Por: Paola Del Castillo
Ver a The Sex Pistols, The Clash, o The Ramones en vivo, ya es sólo un sueño. ¿Ha muerto el punk? Sin duda alguna, el verdadero espíritu anárquico de los setenta que daría origen a todo un movimiento generacional, podría asemejarse, pero nunca replicarse en nuestra época. Sin embargo, los Buzzcocks se mantienen fehacientemente como una de las pocas bandas de los inicios de este género en el Reino Unido.
Los nativos de Bolton, que en sus buenas épocas se codeaban con personajes como Sid Vicious, Ian Curtis y en los noventa hasta con Kurt Cobain (en una gira como teloneros de Nirvana), interpretaron un intenso set como parte de su primera visita a la Ciudad de México a 34 años de su formación. Esos años transcurridos se notan bien en los rostros arrugados y cabelleras canosas, pero no en su energía a la hora de tocar su repertorio con canciones como la famosísima y muy covereada “Ever Fallen in Love (With Someone You Shouldn’t’ve)” o “Harmony In My Head”. Por una noche pudimos transportarnos a la Inglaterra de hace unas décadas: jóvenes con vestimentas color negro, estoperoles y cadenas haciendo slam, una chica a la que le sangraba la nariz y se paseaba contenta, tomándose fotos con su nuevo look “hardcore” e incluso, algunos golpes en una pelea que se presentó al final del show entre dos chicos que fueron sacados del recinto sin mayores daños. El punk está vivo, y se encuentra pasándola muy bien.